sábado, 29 de marzo de 2014

¿Así que tu eres cristiano...? ¿Y no te gusta orar he...?


ORACION
  Cada vez que piensas en orar parece que hay otra cosa mas urgente que hacer,siempre encuentras una escusa  para no orar. Estoy haciendo este devocional para que sepas que el diablo no quiere que ores porque el sabe que orar no es un monólogo, él sabe que Dios te escucha. 

 El diablo sabe que la oración es la única herramienta que hace que el cielo intervenga en la tierra. Cuando oras tu espíritu se conecta con el Espíritu de Dios y todo tu ser pasa por una transformación y te conviertes en un cristiano poderoso, santo, y lleno de autoridad.

 Cuando oras te conviertes en una amenaza para el diablo, tu oración es el medio por la cual traerás el cielo a la tierra en tu casa, en tu ciudad, y en tu nación. Esto el diablo lo sabe muy bien y lucha constantemente, y es su única obsesión... que no ores, de esta forma los propósitos de Dios se retazaran, serás mas propenso a caer, te desanimarás, y abortarás el sueño de Dios.

 El diablo no quiere que ores, porque él sabe que si oras serás indestructible, porque sabe que si oras el reino de Dios será establecido donde pongas la planta de tus pies... el diablo sabe muy bien que si oras conocerás el corazón de Dios, y conocerás los propósitos de Dios y te convertirás en un instrumento de avivamiento para esta tierra.

 El diablo sabe que si oras tu familia se convertirá, tus amigos se convertirán a Cristo, el sabe que si oras te parecerás mas a Cristo.. y ese es su terror. 

 El diablo no quiere que ores porque sabe que Dios está buscando a alguien que esté en la brecha por esta tierra y que si Dios te encuentra en la oración podrás ser el elegido para ganar tu generación.

 El diablo... no quiere que ores.....

                                                                    Pastor Pedro Medina


Sitio web (Pastor Pedro Medina): http://www.vuelveacreer.com/
 "El diablo no quiere que ores" Ver Video 



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miércoles, 26 de marzo de 2014

Poner la confianza en Dios

"Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová
con Sara como había hablado". Génesis 21:1.
"¿Es una broma verdad? ¿Por qué me pides tal cosa?", le pregunté a mi hermano con una sonrisa irónica en mi rostro,"Sígueme y confía en mí", me contestó. 

Niña orando a Dios
Confiar en alguien o en algo no es una tarea tan sencilla como parece. La palabra confianza significa esperanza firme o seguridad que se tiene en que una persona va a actuar o en que algo funcionará como lo deseamos. Cuando confiamos debemos soltar cosas que por lo general son muy valiosas para nosotros, y permitir que otros (personas o cosas) tomen control sobre ellas.

 Pero claro, no siempre será posible mantener la confianza en el nivel mas alto. Con seguridad a muchos de nosotros nos resultará mas fácil confiar en Dios después de haber obtenido un ascenso laboral, o luego de haber comprado la casa de nuestros sueños, o minutos mas tarde de recibir una buena noticia, pero casi siempre la confianza decae un poco o mucho cuando las cosas no están marchando del todo bien. ¿O no es así?.

 Debo de reconocer que varias veces me he sentido identificado con Sara. Ella a pesar de estar segura en que Dios cumple sus promesas le costaba entender el hecho de que siendo ya tan anciana pudiera tener un hijo, esto lo podemos apreciar leyendo el capítulo dieciocho de Génesis, allí se describe que cuando el ángel le trajo la noticia a Abraham, ella escuchando tras la puerta se rió, y envés de confiar en la palabra.. dudó, pensó que no sería posible tal cosa y no puso su confianza en el Dios de lo imposible. Así como le pasó a Sara, también me ha pasado a mi, que luego de haber recibido noticias alentadoras sobre problema personales dificiles de resolver, me he hallado riendo con sarcasmo y pensando que tales problemas no se solucionarían tan fácil.
"Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida,
he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.  Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.  Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada;
y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.  Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo:
¿Después que he envejecido tendré deleite,
siendo también mi señor ya viejo?  Entonces Jehová dijo a Abraham:
¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Al tiempo señalado volveré a ti,
y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo". Génesis 18:10-14
Muchas veces me he preguntado que habrá pensado Sara de su irónica risa luego de enterarse que en su vientre estaba creciendo un bebé. Quizás se sintió tan tonta como yo me he sentido las veces que Dios ha resuelto esos problemas que yo creía no tendrían solución. 

 Por mas difíciles o complicadas que sean nuestras pruebas, o a pesar de lo duras que sean las luchas que estemos viviendo, no debemos olvidar que nunca estamos solos, El Señor siempre está a nuestro lado para fortalecernos y para pelear nuestras batallas
Vivimos en tiempos muy malos y hoy día es muy arriesgado confiar nuestra vida o la de nuestra familia a cosas terrenales o personas, pero la buena noticia es que en todo momento podremos confiar en Dios por dos razones: él mantendrá su palabra, así como lo hizo con Abraham, y porque nada ni nadie puede impedir que él cumpla sus promesas en nosotros.

 Ya terminando te invito a que medites sobre estas preguntas: 

¿Cuáles son tus luchas en estos días?, ¿Que desafíos te quitan el sueño? Y la principal, ¿En quién o en qué haz puesto tu confianza?. 
 "Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado". (Romanos 5:2-5)   
 
 Marcel Amorín



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martes, 18 de marzo de 2014

Dios siempre está a nuestro lado

Soledad confución Dios ¿Alguna vez te has sentido completamente solo o sola a pesar de estar rodeado de amigos y familiares? ¿Has contado tus problemas a los líderes de la iglesia pero ellos no han sabido como ayudarte?

 En estos momentos me llegan a la memoria tiempos pasados en los que pasé por esta situación. Recuerdo verme sentado en el rincón de mi habitación abrazado a mis rodillas pensando la forma de acomodar el gran desorden en el cual se había convertido mi vida. Apenas unos pocos días atrás había sido una persona muy alegre, llena de proyectos y de entusiasmo por hacerlos realidad, pero en solo una semana mi vida se hizo pedazos y mis noches cada vez mas oscuras, casi imposibles de soportarlas, llenas de dolor y pensamientos de suicidio.

 Recuerdo claramente haberle dicho al Señor "¡Dios mio necesito apartarme un tiempo de ti, me siento cansado!" y mirando hacia al techo de mi dormitorio como si fuera el cielo, mientras las lágrimas caían por mis mejillas le dije susurrando " ¡Tu sabes que aún te amo pero necesito un tiempo para mi; debo aclarar mis cosas!". Mas tarde tomé la tonta desicion de alejarme un tiempo de Dios y de sus consejos, esta fue sin lugar a dudas una de las peores equivocaciones de mi vida. Los meses siguientes fueron de mal en peor, comencé a consumir todo tipo de pastillas, antideportivos, ansioliticos, calmantes, pero los problemas no se quitaban y en cambio comencé a transitar por un túnel cada vez mas oscuro en el cual no divisaba la luz que me indicara el final.

 Sin embargo a pesar de todas mis debilidades y de los  errores que cometí luego de aquella oración; entre ellos apartarme de la Iglesia, no leer la biblia y haber dejado de hablar con Dios, a pesar de todo esto, él jamás se alejó de mi, todos esos meses él me había estado acompañando en ese túnel oscuro, pero yo no lo podía ver porque estaba cegado por mis propias tinieblas, por mis miedos, mi rebeldías, mis caprichos, estaba muy ocupado buscando la salida por mi propia cuenta. Hasta que llegó el momento donde mis fuerzas humanas se agotaron por completo, me sentí totalmente perdido, sin voluntad para seguir viviendo, entonces caí de rodillas y humillado reconocí que solo no podía, que por favor me ayudara, que necesitaba su luz para encontrar la salida o sería mi fin. Fue en ese preciso momento que sentí la presencia de Dios como nunca antes la había sentido. Él estaba allí con un mapa en la mano y una linterna encendida, pude escuchar su voz hablando a mi corazón: "¡vamos hijo, levántate, te mostraré la salida!".

 Me emociona leer  en Juan 14:18 ("No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros") lo amoroso y misericordioso que es nuestro Dios. El Señor jamás nos impone que vayamos a él, mas él siempre, cada día, cada instante, viene  a nosotros, no importando la circunstancia, ni la distancia, él siempre va a nuestro encuentro. Me gozo en saber que tenemos un Dios que no permite que nada ni nadie lo separen del amor de sus hijos.
"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro". (Romanos 8:38-39)
Hermano, Amigo, ya terminando permíteme decirte algo, sin importar dónde te encuentres hoy, puedes estar en un lugar alto y rodeado de comodidades, o puede que estés en el fondo de un pozo hundido en tus depreciones, o quizás en un túnel oscuro como en el que yo me encontraba, viviendo tu propio infierno personal, estés donde estés, Dios está allí a tu lado, ahora mismo, está esperando que reconozcas que solo su luz puede guiarte, está allí esperando a que confíes en él y le pidas que dirija tu vida para no errar el camino, o para encontrarlo si es que lo has perdido. Incluso si estás pensando en apartarte de él, siento disilucionarte, no podrás, porque él no te dejará ni renunciará a ti.

" ¡Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén!". Mateo 28: 20

                                Marcel Amorín



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sábado, 15 de marzo de 2014

¿Ejercitas tu Cuerpo Espiritual?

"Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera". 1 Timoteo 4:8

ejercicio fitness correrSe está poniendo muy de moda el hábito de ejercitar el cuerpo para mantenerlo en forma. Basta con encender la TV para ver decenas de anuncios donde se ofrecen todo tipo de máquinas para trabajar la musculatura, y si damos una mirada al exterior de nuestra casa seguramente veremos a alguien trotando o corriendo. Incluso si vamos conduciendo es muy común cruzarnos con centros comerciales, fitness o tiendas mencionando y recordándonos lo importante que es mantenernos saludables.

 Pienso que nosotros como cristianos tenemos la responsabilidad de cuidar el cuerpo que Dios nos dio pues el Señor a escogido hacer de él el templo del Espíritu Santo. Para ello, entre otras cosas tenemos que aprender lo básico sobre nutrición, saber escoger los alimentos de mejor calidad biológica para alimentar nuestro organismo de la forma mas adecuada, el deporte y la actividad física al aire libre también son muy importantes para eliminar residuos metabólicos, cargar oxígeno, fijar vitaminas, calcio, etc. Éstos son  pilares fundamentales para la salud física, pero somos seres tridimencionales (cuerpo, mente y espíritu), y como tales debemos cuidar nuestra salud en todas las áreas, si solo damos importancia a la parte física no será suficiente.

 El cuerpo es nuestro vehículo; comparémoslo con un auto, podemos tener el coche mas hermoso y fuerte de la ciudad pero si la mente y el espíritu del conductor no están sanos el vehículo no irá lejos, tarde o temprano terminará destrozado si el chófer no tiene la capacidad necesaria para conducirlo. Claro que es primordial mantener el motor y todos los componentes del coche en un estado mecánico óptimo para tener la seguridad de que su "vehículo" se encuentra sano; pero lo mas importante es cuidar la salud interna del conductor, mas precisamente, la mente y el espíritu.

 Dentro de unos años, cuando Dios así lo decida, obtendrás un coche indestructible, un nuevo cuerpo, mas fuerte, mas sano, mas eficaz, un cuerpo celestial, pero tu espíritu conductor seguirá siendo el mismo. Te animo a que ejercites tu vida interior leyendo la palabra de Dios, buscando a diario su presencia, solo él puede fortalecer las áreas mas importantes de tu vida.


                                                                           Marcel Amorín




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