miércoles, 12 de octubre de 2016

Batallando contra el enemigo

El siglo pasado fue testigo de la contienda bélica mas terrible, sangrienta y mortal de la historia. La Segunda Guerra Mundial involucró a la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: Los Aliados y Las Potencias del Eje. Días mas tarde que las tropas alemanas ocuparan Francia Winston Churchillquien por ese entonces era Primer Ministro del Reino Unido, leyó a los comunes del parlamento su famoso discurso "Lucharemos":
"...Llegaremos hasta el final; lucharemos en Francia; lucharemos en los mares y océanos; lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire; defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el coste; lucharemos en las playas; lucharemos en los aeródromos; lucharemos en los campos y en las calles; lucharemos en las colinas; nunca nos rendiremos; lucharemos hasta el final". Cada vez que lo leo se me eriza la piel. 
Mas tarde dijo: "¡A lo único que debemos temer es al miedo mismo!"

En diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos que hasta ahora se había mantenido neutral, se unió a los países aliados, ¡en hora buena!. Esto inclinó la balanza a favor de las fuerzas aliadas. Luego, gracias a la valentía y coraje de miles de soldados que lucharon cara a cara contra la maldad, finalmente se obtuvo la gran victoria.

El enemigo de las almas, "Satanás", sabe que le queda poco tiempo, por eso desató una guerra sin precedentes contra el pueblo de Dios. En todo el mundo, miles de santos cubiertos de valor y lealtad batallan cara a cara contra este cruel enemigo, pero están confiados y seguros, pues Dios hizo alianza con ellos, y la balanza se inclina de su lado.

Son tiempos de grandes luchas espirituales, y los creyentes de todas partes sufren pruebas y tribulaciones. Pero se mantienen firmes en la fe, pues saben que la victoria ya les pertenece!.

                   "Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria
                    por medio de nuestro Señor Jesucristo". 1 Corintios 15:57



                                                  Marcel Amorín

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